La batalla del cada día


Volver de las vacaciones al trabajo,  es como volver de la anarquía al feudalismo, por lo menos en mí caso, que siento la alienación como un volcan  en el centro de las entrañas. Más que un actor proletario, que ya en si es una desgracia, me siento cuan marioneta de guiñol de teatro capitalista, estilo actual contemporáneo, vamos el de moda en el universo mundial del trabajo.

Las jornadas han empezado suaves, -algo es algo- pues está todo en estado latente vacacional, todavía hay mucha gente de vacaciones, sobre todo la bruja piruja responsable de la sección, y un par de ellas más, con lo cual la marabunta restante, esta de suave, sin motivación para trepar andan calmas. Sin tensiones añadidas las cosas se respiran mejor.

– ¡ Joder que no es poco!- tener trabajo en el país con mayor paro de la UE y por otra parte empezar la batalla en mares de calma chicha.

En este punto empiezo a compreder mi grado de alienación capitalista… Los sueños de vivir de otro modo se esfuman cual humo de cigarillo liando a mano. Sin fuerza sin aromas…

5 Respuestas a “La batalla del cada día

  1. Es jodío, sí mi niña, es jodío… es curioso pero cada vez noto más desaliento, en quien está parado, porque lo está, en quien está trabajando porque las empresas están aprovechando el tirón para atar más corto a sus perros, al que tienen domésticado, por si las moscas, al que no, bajo amenaza de adios obligatorio…

    Y no me he olvidado de ti, es que la vida se complica… ya te contaré…

    Muaks

  2. Mielda, se me ha olvidado poner un «slash» en lo de recibir los comentarios, jejeje… :mrgreen:

  3. Vi’te (con acento argentino)… me vengo a tu blog, a ver si has escrito algo y toda entusiasmada, veo que SÏ, aunque sea de la vuelta de las vacaciones… luego el texto me suena… me fijo en la fecha… ¡joder qué apropósito!… si es de hace un año…

  4. Querida nyna, que alegría verte por aquí, es cierto debería haber una entrada de este año…pero lo voy dejando, dejando…. hasta que pueda de nuevo con la vida.

    besos y más besos.

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